miércoles, 17 de junio de 2009

NO ES UN THÉ,TAMPOCO UNA INFUSIÓN,PERO SU CONSUMO ANIMA A LAS CONFIDENCIAS

Mate es un té hecho de unas hojas provenientes de un arbusto llamado yerba mate, que se relaciona con el acebo y crece como una hierba mala en la rivera de los ríos Paraná y Paraguay. Su nombre científico es paraguarensis de Ilex, y también se conoce como té Paraguayo o té jesuita, aparentemente los misioneros jesuitas del siglo 18 se quedaron bastante enganchados con esta infusión luego de que los indios guaraníes les enseñaran como prepararla. En la Argentina, sin embargo, se lo denomina siempre como yerba mate o simplemente mate.

El mate es un secreto bien guardado que se bebe comúnmente en la Argentina, Paraguay, Uruguay y el Brasil meridional. Con todo entre los varios méritos del paraguarensis del Ilex están sus características como estimulante al sistema nervioso central, como diurético, como contra-reumático y como tónico. En dosis extremadamente grandes causa purga y vomitas. Algunos homeópatas se han aventurado a sugerir que puede retrasar las muestras de envejecimiento, reducir la tensión y estimular la mente. Existe un dicho conocido en Argentina que se suele usar a modo de seducción dándoles a las novias a modo de ultimátum, 'querido/a, bebemos a mate o vamos a la cama.' A consecuencia de esto el receptor del ultimátum deberá ceder al pedido de amor o sufrir una sobredosis.
Una cosa segura: el beber mate mantiene a los Argentinos permanentemente en pie. El ingrediente activo en mate es un pequeño alcaloide de gran alcance conocido como mateína, que, para fines prácticos, es idéntico a la cafeína y causa los mismos efectos. De aquí puede obtenerse el secreto de la capacidad de los Argentinos estar de fiesta noche tras noche y ser la llave para convertirse en un verdadero trasnochador.

El mate forma una parte dominante en la cultura de Argentina y se podría decir que el país entero está felizmente enganchado con este té suavemente narcótico. La gran mayoría de los Argentinos no irá a ningún lado sin su mate y un termo con agua caliente. Son rápidos precisar, sin embargo, que no son casi tan adictos como sus amigos en Uruguay, que serían absolutamente capaces de beber a mate y de montar sus bicicletas al mismo tiempo, con un termo metido cuidadosamente debajo de su brazo.

No obstante, mucho Argentinos beben mate varias veces al día - tanto como ocho veces. Decir que los Argentinos aman su mate no es ninguna exageración. Incluso hay un tango escrito sobre él - y en la Argentina es lo mas alto que uno puede aspirar a llegar.

Tomar mate


Una calabaza de madera (también conocida confusamente como mate) se rellena con yerba mate y se llena agua caliente, pero nunca hervida. El té resultante se bebe a través de una pajilla de metal, a menudo de plata, conocida como bombilla. Al principio, esto puede resultar un tanto desagradable ya que el agua que se vierte en el mate se encuentra a punto de hervir y la bombilla se tornara un tanto candente con lo cual seguramente se quemara los labios o la lengua. Incluso al bebedor inexperto de mate le puede salir alguna ampolla. Una vez que usted consiga la destreza, momento en el cual usted será probablemente tan adicto como cualquier argentino, usted no deseará volver a beber mate frío nunca mas. (En Paraguay, y algunos Argentinos del norte, beben mate helado, tereré, a pesar de la diversión y el horror del resto de la Argentina.)

La Yerba mate puede ser comprada en kilos por todas partes en la Argentina bajo varias marcas. Un kilo cuesta aproximadamente US$ 3 y es suficiente para mantener a una familia de cuatro felices por una semana. La parafernalia esencial para beber mate - un termo (para almacenar la agua caliente), un bombilla y la calabaza del mate - se puede comprar barato en cualquier supermercado del país. Algunas bombillas y mates pueden ser muy elaborados: los mates y los bombillas antiguos adornados con plata pueden costar centenares de dólares. Los mates también vienen en diversas formas y tamaños. Los hay de calabaza, de madera aromática y hasta de testículos del Toro! ( nunca escuche de mates de testículo de toro, si de cuernos de toro).

El beber mate es un asunto muy social; beben al mate generalmente entre amigos y la familia. El mate se pasa en ronda a cada integrante del grupo. Cada persona bebe todo el contenido del mate antes de pasarlo de nuevo para ser rellenado por el ' servidor ', que entonces lo pasa otra vez. Como usted puede imaginarse, la mateina comienza a chispear sobre los Argentinos ya de por si habladores. Es un círculo sin fin - mientras más mate usted beba, más usted habla, y mientras más habla, más tiempo usted estará bebiendo mate.

Por estas razones, usted nunca deberá dejar pasar la oportunidad de beber a mate. Pero adviértase - la primera vez que lo intente, por mas aventurero que sea, lo encontrará probablemente desagradable a la vista. Estos son comentarios de personas que se aventuraron a probar el mate:
"Vera que el contenido del mate se presenta como si alguien hubiera escupido en él."
"Fue como poner mis labios alrededor de un tubo de escape.

Los bebedores de mate recién iniciados lo han descrito su sabor como a tierra, humo de hoguera, hojas marchitas y agua hervida. Hasta se ha llegado a pensar que se trataba de alguna droga por la similitud del mate y la bombilla con una pipa.

El mejor consejo es perseverar, así usted lo empezara a amar y reverenciar tanto como los Argentinos. En el proceso usted proveerá a sus anfitriones la asombrosa y divertida visión de un gringo tomando mate. Personalmente, después de meses de perseverancia ahora estoy como enganchado como cualquier argentino y no puedo concebir un día sin un mate.

La etiqueta.
El ritual del mate es algo evocador de la ceremonia nativa-americana de la pipa de la paz. La oferta del mate es una muestra de la amistad, y ser incluido en una ronda de mate significa que le han aceptado. Ningún Argentino que se precie de tal soñaría con tomar mate en soledad sin ofrecerlo a quien este a su alrededor. Si un Argentino le ofrece un mate usted puede sentirse contento de haber llegado tan lejos.

Sin embargo no debe sentarse y relajarse aun. Un asombroso e intrincado sistema de reglas y de regulaciones gira alrededor del arte de beber mate. Si comete un error ahora con el mate usted podría ver como se esfuma su oportunidad de causar una buena impresión a sus nuevos amigos - para no mencionar el objeto de burlas a las que se sometería.

La primera cosa que usted debe estar saber es acerca de decir, o mejor dicho no decir, gracias. A la mayoría de nosotros cuando nos es ofrecida una bebida automáticamente agradecemos a nuestro anfitrión. Pero si usted agradece a un Argentino que acaba de darle (o cebarle) un mate, será tomado como 'no quiero mas'. Acto seguido será excluido de la ronda siguiente y puede terminar encima sintiéndose relegado al ver pasar el mate por delante sin que ya no vuelvan a convidarle nuevamente. Bueno no lo han relegado, al agradecer usted ha dicho que no quería mas mate. Si usted realmente siente que no puede aceptar una bebida sin decir algo, intente algún comentario elogioso que otro, quizás algo como ' yum, muy bueno o ' gran mate éste. Pero nunca diga gracias, a menos, claro, que usted no desee más.

Una vez que usted haya aceptado un mate, se esperará que beba todo el contenido. No hay lugar para medias tintas en el ritual del mate. El problema, sin embargo, es que usted colocará una pajilla caliente de metal en su boca y su instinto le indicará devolverlo rápidamente a la persona que más cerca se encuentre. Hacer esto equivale a una grave equivocación social, seria como darle a alguien las sobras de algo. Usted sabrá cuándo ha bebido todo el líquido porque la bombilla hará un ruido similar a un gorjeo ruidoso - debe sonar como el ruido que hace cuando esta acabando de beber un granizado a través de una pajilla. Solamente una vez que usted ha hecho el ' ruido del granizado' podrá pasar el mate al cebador.

Esto nos conduce a otro potencial campo minado del mate. En lugar de hacer frente el hecho de tener que finalizar esta bebida caliente y ampollante de un gran y largo sorbo, usted puede tentarse en jugar por un tiempo con la esperanza de que la bebida se enfrié o que alguien le evitará el suplicio quitándole el mate. Esto es considerado como algo terriblemente descortés, recuerde que hay otros esperando que usted termine para poder tomar también. Uno nunca debe quedarse con el mate demasiado tiempo; usted deberá acabar la bebida en unos pocos sorbos como sea sin llegar a ponerlo sobre la mesa y devolverlo rápidamente de nuevo a su anfitrión. (algunos mates se diseñan con un fondo redondo para no poderlos colocar sobre la mesa.)

De vez en cuando, en una tentativa vana de enfriar el mate, los bebedores inexpertos de mate juegan con la bombilla. ¡No se tiente! La bombilla deberá permanecer como le sea entregada y no se debe mover. Bajo ninguna razón se le ocurra sacar la bombilla del mate o, peor aun, no intente revolver el mate. Si usted lo llegara a hacer, oirá gritos de horror y el mate será arrebatado de sus manos inmediatamente, como si usted fuera un niño pequeño que hace lío con su alimento.

Una vez que usted acabe el mate, usted debe darlo siempre de nuevo al cebador (la persona que preparó el mate), quien lo rellenará y lo pasará a la persona siguiente en la ronda.


Lenguaje del mate

El mate implica un lenguaje muy sutil. Usted debe estar enterado de esto para no enviar mensajes no intencionales, o peor aun, para que usted mismo no reciba mensajes o si lo recibe sepa interpretarlos. Si el mate se tapa (usted no puede beberlo porque la bombilla se encuentra obstruida por pequeñas partículas) significa que usted no es bienvenido y debe tomarlo como insulto. Desgraciadamente, si un mate ha sido mal preparado esto sucederá con frecuencia lo cual significa que el mensaje no es intencional. Si usted sobrellena o derrama el mate, la persona siguiente en beber de él será engañada por su pareja. Por supuesto, a menos que usted realmente sea muy supersticioso, usted debe tomar las precauciones que considere convenientes.

El mate se mezcla a menudo con los varios ingredientes tales como leche o la miel y éstas pueden llevar también mensajes ocultos. Solamente los bebedores serios de mate toman en serio los refranes tradicionales del gaucho:

Mate amargo - Indiferencia.

Mate dulce - Amistad / Bienvenida.

Mate con bálsamo - Estoy enojado con vos.

Mate con cinamomo - Estoy interesado en vos.

Mate con limón - Preferiría no verte.

Mate con Azúcar quemada - Estoy pensando en vos.

Mate con cáscara de naranja - Ven a buscarme.

Mate con elisa - Tu tristeza me aflige.

Mate con leche - Estima, respeto.

Mate con café - Estaba enojado pero te perdono.

Mate con miel - Matrimonio.
Preparare el mate en siete sencillos pasos

El matero, o cualquier bebedor de mate, deberá conocer el arte de prepararlo. Aquí hay siete puntos los cuales lo convertirán en un as en la materia:

1. Llene el mate (recipiente) con 2/3 de yerba mate.

2. Cubra la parte superior del mate con su mano, voltéelo y sacúdalo suavemente. Así las partículas más pequeñas quedaran arriba lo cual evitará que se tape la bombilla.

3. Vierta agua caliente (a 80ºC aproximadamente), nunca use agua hervida, suavemente dentro de uno de los extremos del mate cercanos a la bombilla, hasta que la yerba se eleve hasta el borde del mate. Si lo ha hecho correctamente, vera que la superficie estará cubierta de espuma.



4. Deje el mate reposar por algunos segundos. Puede ser necesario volver a echar agua en el mate debido a que las hojas secas del mate han absorbido algo de agua. Pero tenga cuidado en no llenarlo demasiado.

5. Tome la bombilla y con su pulgar insértela firmemente dentro del mate. A partir de este momento, no la mueva, juegue o la saque aun cuando haya que volver a llenar el mate con agua. Y nunca la use para revolver.

6. Si usted prepara el mate, usted debe tomar el primero, que es normalmente muy amargo y fuerte. Como el cebador, será su deber para rellenar el mate con agua cada vez y volver a pasarlo.

7. Si el mate pierde su fuerza y pequeños pedacitos del tallo aparecen flotando en la superficie, su mate se ha lavado y habrá perdido su gusto. Para evitar que el mate se lave - lo cual sucederá eventualmente si usted ha cebado ya demasiados - agregue un poco más de yerba mate cada tres o cuatro cebadas.

Curación y cuidados de su mate

Si usted compra un mate nuevo de calabaza o madera, su mate no sabrá como usted lo ha probado cuando fue convidado hasta que no lo haya curado. Para hacer esto, usted debe llenar su mate nuevo de yerba mate usada, agregar agua caliente y la dejarlo estar por un día. El día siguiente el quitar toda la yerba mate y raspar cualquier tejido fino que pueda quedar en el interior. Repita el proceso entero. Puede necesitar hacer esto por varios días.

Es un pecado cardinal lavar su mate con detergente; el mate quedaría impregnado con un sabor jabonoso por semanas. Límpielo simplemente con agua fría y déjelo estar para que se seque. La bombilla debe ser limpiada regularmente de modo que el tamiz del extremo no se tape con pequeñas partículas. Muchas bombillas se pueden desmontar para hacer la limpieza más fácil.


Extraño bastante, a pesar de su renombre universal, usted no podrá pedir un mate en un restaurante o un café. Lo más cercano que usted puede conseguir allí es un mate cocido, que es yerba mate en una bolsita de té.

Este texto que pongo a continuación,circulaba por Internet hace un tiempo, no conocía al autor hasta que una amiga argentina me dijo que el autor de este texto es Hernan Casciari.
Y que este texto circuló por muchos lugares bajo la autoría de Lalo Mir. Es verdad que él lo leyó en la radio, pero no es el autor. Esas cosas que pasan y quedan en el imaginario colectivo… pero ahora el mismísimo Lalo quien lo ha desmentido.

EL MATE ESA BEBIDA...

El mate no es una bebida, corazones de otro barrio. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En Argentina o en Uruguay nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.

El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás sola. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola” y la segunda “¿unos mates?”. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos. Los buenos y los hijos de puta.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: ¿Dulce o amargo. El otro responde: -Como tomes vos.

Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.

El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores… Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena, la charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa. Es la sinceridad para decir: basta, cambiá la yerba! Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está caliente, no? Es la modestia de quien ceba el mejor mate. Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir “gracias”, al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir. Ahora vos sabés, un mate no es sólo un mate… ¿Calentás el agua?.

Que os parece si despues de todo lo que os he contado nos tomamos un mate y charlamos un rato...

7 comentarios:

Patricia Fernández Miranda dijo...

Tengo muy buenos amigos argentinos y con el perdón de quien los considere petulantes, para mí es muy facil relacionarme con ellos,pero ninguno de mis amigos es amante del mate, algo extraño, porque para los cubanos tomarnos una tacita de café en el mediodía es todo un ritual, que no abandono por nada del mundo.

Lujo dijo...

Hola Hola Elazne,
Uno de los grandes misterios para mí ha sido el mate O.o . Cuando paseo por la playa en esta época es frecuente ver el ritual que comentas y siempre me ha parecido un poco extraño. O.O
Desde ahora lo miraré bajo otro prisma ;).
Un familiar se compró una bolsa de mate y los utensilios necesarios.......Al final desistí de probarlo ;). No sé, puede que un día me anime ;P
Te agradezco mucho la información que nos has traido. a partir de ahora lo veré con otros ojos .
Cuidate!!
Abrazotes enormes de osa!!

ion-laos dijo...

Menos mal que por lo menos sirve para charlar,porque a ratos me ha parecido que tiene más peligro que una piraña en un bidé,jajaja,me quedo con mi manzanilla,poleo,rooibos y te blanco,en un vaso y con cuchara de toda la vida,jajaja
un besito mi Dama

LadyMarian dijo...

Soy argentina y no tomo mate. La verdad es que me parece horrible! Y además en estos días de gripe porcina sumamente antihigiénico.

En mi casa sólo mi padre toma mate a la tarde. Conozco muchos que toman pero también hay muchos que no lo hacen. Así como algunas personas fuman y otras no.
A veces se sienten despreciados porque no aceptás mate, pero si eso sucede es que son muy susceptibles. Mi consejo: tomen si tienen ganas y si no tienen ganas digan que no sin vueltas. Eso sí, no alteren el ritual revolviendo con la bombilla, etc. porque los van a matar! jaja!

Yo, personalmente, me quedo con el té con limón y el café solo. El café, solo o cortado (=con leche) también es acá una costumbre muy arraigada (para muchas personas mucho más que el mate).

Una entrada muy interesante!

Besos

Angelosa dijo...

No se como sabe pero contigo me tomo un mate con azúcar quemada, te hace, pues nada cuando quieras lo tomamos.
Millón de besos

Espe dijo...

Hola preciosa! Qué curioso esto del mate! He visto a varias personas con el cacharrito este y el mate por la calle y siempre me había preguntado qué sería eso?? Y mira por donde, gracias a ti he despejado mi duda...
Mi padre está un poquito mejor, ahora le echo mucho de menos porque hemos estado muchos días juntos... Esta tarde ya he llegado a casa después de estar en Barcelona 8 días... y claro, ahora se me hace raro estar lejos de él... Pero allí con la familia también estará bien, seguro que sí.
Gracias por rezar por él y acordarte tanto.
Un millón de millones de besotes y abrazotes para ti preciosa!!

Daié dijo...

Elazne, esta mañana viajando por distintos blogs me encontré con el tuyo y me pareció tan interesante que no me quedó otra opción que leer tu entrada sobre el mate. Es raro pero lindo a la vez saber que piensan los extranjeros acerca de los argentinos y su 'droga' diaria. En mi casa no falta el mate por nada del mundo, frío (tereré) para el verano o caliente para cualquier época del año; amargo, dulce, de limón, con café, con leche... todos los que mencionaste los tomo (prefiero mil veces los dulces, con café o con leche.
Agrego algo a tu entrada: si sabés cebar (preparar, servir) muy buenos mates te dicen: 'Ya te podés casar vos'. Es así.
Nosotros usamos el mate para todo: ver películas en casa, ir a la cancha a ver fútbol, pasear, viajar, sentarnos en un parque, en la escuela, en la oficina, dentro del supermercado... No lo tomamos andando en bicicleta porque se nos complica, pero ya crearemos un método para lograrlo, y en el cine tampoco porque no lo permiten, pero tengan por seguro que lo haríamos. Si pasás un día sin tomar mates sentís que 'te falta algo' es como no bañarte, no comer, no vestirte. Ya es una necesidad para nosotros.

Bueno, dejo acá mi comentario para no extenderme más aún.
Más allá de lo que cada uno piense, no podés venir a Argentina y no probar un mate aunque sea para quedar bien (lo tomás y decís gracias ;)
Un abrazo desde Argentina!