martes, 12 de mayo de 2009

NO SERIAN UNAS MALAS VACACIONES


A Gary More le llaman el blanco de la voz negra,todo un placer escucharle.



Colindante con Texas, Mississippi y Arkansas, se encuentra el estado de Louisiana, que fuera nombrado así para honrar a Luis XIV, el Rey Sol, cuando sus exploradores, encabezados por La Salle, navegaron a lo largo del río Mississippi con la intención de establecer una ciudad que atrajera a colonos franceses, para que trabajaran a favor del tesoro real.

Por Victor De Lucio Morales

Jean Baptiste Le Moyne, explorador canadiense que se convirtió en gobernador de la colonia francesa, decidió nombrar a esta ciudad “Nouvelle-Orleáns”, en honor al Duque de Orleáns. Sus pretensiones se vieron frustradas cuando el estado fue cedido a España en 1769, y luego a los Estados Unidos, en 1803.

Nueva Orleáns es considerada como un destino turístico y una capital del entretenimiento, sin embargo, no debemos desligarla de su historia, pues en ella se encuentra el origen del mosaico de luces y sombras que dan sustancia a esta ciudad.

Nueva Orleáns Hoy
La ciudad es rica en tradiciones, que se disfrutan desde el arribo, vía aérea, al aeropuerto internacional Louis Armstrong, el cual recrea el ambiente bohemio y el sabor a cultura popular de la ciudad; imágenes emblemáticas del jazz, los muelles del Mississippi, los pantanos, son parte de su decoración.

Aunque las actividades de entretenimiento están orientadas en su mayoría al público adulto, Nueva Orleáns ofrece un sinnúmero de actividades familiares, como son: el rancho de lagartos, la réplica del Natchez, vapor de los tiempos en que Mark Twain escribió Tom Sawyer y en el que se puede surcar el río disfrutando de una espléndida cena con música de jazz, los tours que te llevan a conocer el Acuario de las Américas y el Zoológico, entre otras atracciones.
También cuenta con una amplia gama de restaurantes para todos los gustos. Puedes degustar los mejores cortes de carne, por ejemplo en Shula's, steak-house pertenciente a Don Shula, legendario coach de los Delfines de Miami; o probar la famosa comida regional, llamada cajun, en el Gumbo Shop.
En el área de Bourbon Street, prácticamente encuentras un establecimiento a cada paso, aunque en su mayoría se trata de menús de comida rápida como hot-dogs y hamburguesas, que permanecen abiertos toda la noche, siempre dispuestos a atender a los visitantes.


Bourbon Street & The French Qarter
Debido a la sobrepuesta nacionalidad de esta ciudad, y del estado de Louisiana en general, muchos nombres de calles, avenidas y barrios cuentan con denominaciones hispanas, francas y estadounidenses. En algunos casos, como sucede dentro del French Qarter, las calles principales están identificadas con inscripciones hechas de porcelana de Talavera; en ellas se puede leer, por ejemplo, “Santana Street/Calle de Santa Ana”; o “Bourbon Street / Rue Bourbon”.

En esta última se encuentra el corazón de la ciudad; de día, para visitar tiendas de curiosidades, antigüedades y demás mercancías; de noche para dejarse llevar por una fiesta de luces, licores y música, en una verbena que no tiene fin, aun fuera de la época del Mardi Gras.

Ahí conviven los establecimientos de jazz, como el histórico Maison Bourbon que en un letrero, al centro de su escenario, asume estar “dedicado a la preservación del jazz” con un sin fin de bares para bailar salsa, bandas dedicadas al rock clásico y otros géneros más contemporáneos. Todas en conjunto facilitan la interacción entre los visitantes, sin importar su procedencia.


Mezclados con estos establecimientos, gracias a la libertad de ideas y maneras de hacer negocio, se encuentran bares de table-dance presentes en Nueva Orleáns desde hace décadas, y que han contribuido a mantener su fama como la original Sin City (ciudad del pecado). Aquí se localiza el casi mítico y multi fotografiado Big Daddy's, con su otrora novedoso anuncio de neón y maniquí en columpio, impensable mezcla de un faro y una sirena que ha atraído marineros por generaciones.

Fuera de Bourbon Street están la Plaza de Armas -ahora llamada Jackson Square-, alrededor de la cual se encuentran los carruajes que te pueden llevar a recorrer el French Qarter y la rivera del Mississippi a la vieja usanza, a trote de caballo. Aquí se levanta la Catedral de San Luis, pintada completamente de blanco, que deslumbra durante el día e ilumina la plaza por las noches. Frente a Jackson Square está el Cafe Du Monde, construido en 1862, que da a Nueva Orleáns un espacio con ambiente netamente europeo y rincón idílico para los enamorados.

A media cuadra se encuentra la estatua dorada de Joan of Arc, que antes estuviera ubicada frente al World Trade Center. Es alrededor de Jackson Square, donde se encuentran.

En un día cualquiera, puedes verte sorprendido por una boda con jazz, que actualmente sólo se puede presenciar en Nueva Orleáns, donde la pareja y sus convidados bailan a través de las calles acompañados por una banda que interpreta este género; una celebración que a solteros, casados y divorciados, hace emocionarse con la idea, aunque sea solamente por unos minutos.

Nueva Orleáns es considerada por algunos viajeros como la ciudad menos americana de los Estados Unidos. Y no porque vacile en sus lealtades, sino debido a la arquitectura, mezcla hispana y francesa y los temas populares del French Qarter. Quizá uno de los que más han contribuido a esta percepción sea su “Haunted History" (historia encantada), que da testimonio de las diferentes culturas que han habitado en la ciudad, así como de sus creencias.

Puedes adentrarte en este mundo extraño y tenebroso contratando tours para conocer los cementerios, cuyas tumbas se encuentran en la superficie y no debajo de ella, así como otros recorridos por el mundo del vudú, casas embrujadas, leyendas de fantasmas o aquellos para revivir historias de vampiros reales y literarios.

Fuera del French Qarter
Saliendo del Barrio Francés, si te gustan los deportes, puedes visitar el estadio Superdome, hogar de los Santos, equipo local de futbol americano, cuyos partidos son motivo de grandes verbenas populares.

Si lo que buscas es hacer shopping, en Nueva Orleáns existen varios centros comerciales entre los que destacan el Riverwalk, sobre la rivera del Mississippi y el Esplanade, en dirección a los suburbios.

La ciudad también cuenta con un enorme centro de apuestas y juegos de azar, el Harrah's Casino. En él se encuentra todo tipo de máquinas tragamonedas, mesas de naipes y restaurantes.

Por otra parte, como un tributo a los maestros del blues, está The House of Blues, restaurante y sala de conciertos que es visitado por cientos de bandas a lo largo del año, para deleite del público local y de los visitantes.

Si vas a Nueva Orleáns en periodo de carnaval, encontrarás que el clima va de templado a caluroso, con mucha humedad y mucho sol. Por el contrario, toma precauciones y abrígate bien en caso de que sea en otoño o invierno, pues seguramente encontrarás fuertes corrientes de aire, que hielan el ambiente hasta alcanzar temperaturas bajo cero.

Renovarse… y vivir
Cuando fue creada Nueva Orleáns, se pensó en una ciudad bien conectada con el mar, a través del Mississippi, que se mantuviera segura y alejada de las tempestades que azotan al Golfo de México. Sin embargo, eso no pudo mantener a salvo la ciudad, ni a todo Louisiana, durante 2005, cuando se vio afectada por el huracán Katrina.

A poco más de un año de ocurrida esta tragedia aun es posible ver señalizaciones y cuadrillas de mantenimiento operando en diferentes segmentos de la ciudad y los suburbios, así como algunos locales que mantienen sus puertas cerradas por dificultades económicas.

En medio de esto, ha prevalecido su espíritu, el de sus autoridades y habitantes, sobreponiéndose como atractivo turístico que hoy ha salido a flote al cien por ciento para brindarnos sus tradiciones y mezclas culturales, sus luces, fiestas y bailes, para gozarla al ritmo del clásico “When the Saints Go Marching In”.

5 comentarios:

Lujo dijo...

Hola Elazne,
Estoy alucinada!!....Como me digas que has estado de "vacas" en EEUU me caigo de espaldas. Menudo flipe llevo con este pedazo de entrada. Para mí es una ciudad misteriosa y cuando localizan pelis por allá suelen tener un color muy especial.
Recuerdo "Medianoche en el jardín del bien y del mal" con John Cusack como protagonista....Los exteriores impactan.
Te felicito por esta maravillosa entrada. Es un buen punto de partida para profundizar muuucho más. Creo que vas a convencer a muchos para que crucemos un día el charco ;)
Cuidate. Espero que estés bien ;)
Abrazotes enormes e hipervitaminados.

Lujo dijo...

Re-Hola Elazne,
Ya ha merecido la pena "el suplicio" de leer a la sra. Brown si te has reído ;). Hay que mantener los niveles de serotonina en buena forma.;P
Ejem...Casi me da algo cuando lo he sabido!! Dos veces en Nueva Orleans!!! ...Necesito las sales!!;P
Cuidate mucho.
Abrazotes gigantescos y energéticos.

ion-laos dijo...

Como viajas niña! lo has contado con tanto lujo de detalles,que para que ir,jajaja,ainss,si se pudiera, ya lo creo,pero vamos, que como si hubiera estado, que me quedo embelasada leyendote.
Te gusta Madrid? no te huele a ajo? jajaja, un besito

Lujo dijo...

Hola Elazne,
Lo de las fotos de niños monos lo he intentado "arropar" con texto...para disimular un poco ;P ;P...(Guárdame el secreto ;P ;P )

Siento decir que no sé nada de fútbol y me enteré que ganó el Barça por el follón que se montó en las calles: gritos, pitidos de coche, himnos sonando.... No te preocupes, seguro que el Atlétic lo gana el año que viene. ;)
No quiero ni imaginar la que se puede liar como ganen la Liga y la Champion. Ufff...Tiemblo por el ruido!!

Ah!!Tomo nota de tu petición "vacacional" ;)
Cuidate!
Feliz día!
Abrazotes a mogollón!

GELI dijo...

Pues te digo como Ion, por lo que veo viajas mucho, y leyendo este post parecia estar allí contigo.

Un beso de chocolate.

Geli.